Por lo que leo, Vincenzo es un biker de MTB de toda la vida y conoce bien este mundo. Hablando con él, tuve la impresión de una persona que no se deja llevar por las modas pero tampoco es un tradicionalista fanático. Los diversos aspectos técnicos se discutieron en función de las necesidades, sin posiciones radicales en ningún ámbito. En dos meses desde el pedido, la bicicleta estuvo terminada y enviada. Al ver los paquetes entregados, parecía que se había enviado un juego de porcelana en lugar de una bicicleta. El cuadro a primera vista impresiona, es muy bonito.
Después de varias salidas, puedo decir que los dolores posturales no han vuelto a ocurrir. Las medidas del cuadro diseñado por Vincenzo hicieron que la bicicleta se sintiera inmediatamente mía.
A pesar de las ruedas grandes, sigo sintiendo una buena maniobrabilidad y dominio del medio. Es posible que la posición menos extendida en horizontal, correspondiente a mi medida antropométrica, me ayude a tener una sensación de mayor control. La agilidad y maniobrabilidad de una 26 siguen siendo otro mundo, pero esto no tiene que ver con el cuadro artesanal a medida en sí. Si me mantengo en recorridos largos mixtos/rápidos y técnicamente sencillos, la bicicleta va muy bien y corre como un tren. En subida tengo buenos resultados.
En conclusión, Vincenzo ha expresado y puesto en práctica lo que soy como biker y lo que esperaba recibir. Las impresiones sobre la manejabilidad y el rendimiento de la MTB, tal como la uso yo, son en general muy buenas. Dado que Vincenzo no utiliza medios industriales y recurre a soportes externos, Vincenzo Forgione me da la impresión de que trabaja con un grado de artesanía prácticamente completo.