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Premisa que llevo 30 años andando en bicicleta de carrera como ciclista aficionado y soy un apasionado de las bicicletas de carrera, comencé en 1987 con una bici con marco de acero slx que me dio muchas satisfacciones.
En ese momento era el mejor marco, lo tuve durante 15 años y nunca lo habría cambiado si no fuera porque la medida ya no me iba bien.
Luego tomé una bicicleta de aluminio, que encontré muy rígida y después de un tiempo se arruinó la rosca del eje central,
tomé otra de aluminio de triple espesor con cuadro y horquilla de carbono, casi satisfecho pero tal vez tomando demasiados baches se lesionó entre el cuadro trasero y el tubo de refuerzo.
Decidí ir a un cuadro de carbono 3K pero sinceramente no encontré toda la ligereza alabada, además el carbono si recibe un golpe no lo notas pero se rompe de repente.
Entonces decidí volver a los cuadros de acero y navegando por los diversos sitios en la red conocí a Vincenzo Forgione donde noté cierta pasión por hacer marcos de acero sin usar medidas estándar.
Hizo el marco respetando todas las medidas de manera precisa, ligereza, acabados perfectos y soldaduras en Silver Filled Brazed, prácticamente todo lo que buscaba en una bici de carrera teniendo además la seguridad del acero que no es poco.
La primera impresión que me dio es de un marco que absorbe bien las vibraciones, teniendo esta característica no estresa a quien la conduce gracias al acero con el que está hecha y a la inclinación de los tubos, esto por supuesto implica la posibilidad de estar más horas en el sillín.
Seguramente lo recomendaría, lo considero una obra de arte.